Lunes de Pentecostés, el 12 de mayo de 2008, para las festividades de Santa Devota en Lucciana, un grupo de penitentes de la Venerable Archicofradía de la Misericordia del Principado de Mónaco se desplazó en tierra insular sobre los pasos de la Santa.
Los penitentes monegascos asistieron, entre otres actos, a la celebración de la Santa Misa que tuvo lugar en la Catedral de la Canónica, donde era da notar la presencia del alcalde de Mónaco (que había viajado especialmente, después del hermanamiento entre Mónaco y Lucciana).