Patrona de Mónaco

La historia y la leyenda

A principios del sexto siglo en Córcega (en aquellos tiempos provincia romana), el gobernador romano Dioclitiano la gran persecución de los Cristianos.

Una joven Cristiana que no renegó su fe

Una joven Cristiana, Devota, fue arrestada, encarcelda y torturada. Murió sin renegar su fe. Depués de su muerte, el gobernador de la provincia ordenó quemar su cuerpo pero un grupo de cristianos se apoderó de él y lo colocaron sobre una barca que salía para Africa donde, pensaban, recibiría cristiana sepultura.

Église Sainte-Dévote

Y la barca varó en el vallejo «des Gaumates»

Ya a primeras horas de la travesía, una tormenta estalló. Fue entoces cuando de la boca de Devota salió una paloma que guió la barca sin encombre hasta Mónaco donde varó en el vallejo «des Gaumates» (ubicación de la actual iglesia de Santa Devota). Era el sexto día antes de las calendas de febrero, lo que corresponde aproximadamente a la fecha del 27 de enero.

Las reliquias robadas

Un oratorio señaló el lugar de la tumba. Los fieles, habitantes de Mónaco o navegantes de paso, numerosos fueron aquellos que vinieron a recogerse y los primeros milagros tuvieron lugar. No obstante una noche, un individuo robó las reliquias de la Santa con intención de negociar sus beneficios. El sacrílegio se evitó, pués un grupo de pescadores persiguió al ladrón y éste fue detenido inmediatamente. La barca del ladrón fue quemada en playa, continuación, en sacrificio expiatorio.

La protección divina de la Santa

Cuentan tambíen que en el siglo XVI, durante una guerra contra los Genoveses y los Pisanos, la Santa protegió Mónaco : los enemigos asediaban la fortaleza. Durante más de seis meses, sus ataques fueron repelidos por los monegascos a a quienes la santa había aparecido, asegurándoles la protección divina y la victoria. Es dese 1924, bajo el reino del príncipe Luis II que el 26 de enero, por la tarde, se quema una barca.

Un gran fervor

El alma protectora de la identidad monegasca

El culto de Santa Devota queda siempre ferviente en el Principado. Su culto vinculado a Mónaco y a sus príncipes, es patente oficialmente en cada iglesia del Principado y en las monedas. Es el alma protectora de la identidad monegasca, cuyas reliquias han sido imploradas en momentos de alegría. Cabe destacar que le primer libro escrito en monegasco por el poeta monegasco Louis Notari se llama «A legenda de Santa Devota» (La leyenda de Santa Devota).